El glaucoma es una enfermedad crónica que puede dañar el nervio óptico.
El nervio óptico proporciona información visual al cerebro a partir de los ojos. El
glaucoma suele producirse, pero no siempre, por una presión intraocular más alta de lo normal. Con el tiempo, la presión alta puede lesionar los tejidos del nervio óptico y provocar pérdida de la visión e incluso ceguera. Si se detecta a tiempo, puede evitarse una pérdida adicional de la visión. El glaucoma puede detectarse con un retinógrafo.
La retinopatía diabética, conocida también como enfermedad ocular de la
diabetes, es una afección que produce un daño en la retina. La retina es la parte
interna del ojo, donde se desarrolla el proceso de la visión. Cuanto más tiempo
padezca diabetes una persona, mayores serán sus probabilidades de desarrollar
retinopatía diabética. Es importante saber que la retinopatía diabética no suele
presentar signos de alerta tempranos y que solo puede detectarse mediante una fotografía del fondo de ojo.
En los países industrializados, la degeneración macular asociada a la edad
(DMAE) es la principal causa de pérdida de la visión grave e irreversible en
sujetos de más de 65 años. Esta enfermedad afecta la parte central de la retina,
conocida como la mácula, que permite tener una visión de alta resolución.
Entre los síntomas se encuentran: dificultad para leer con poca luz, problemas
para reconocer caras, colores difuminados, aparición de un punto en blanco en el centro de la visión.
La catarata es una opacificación del cristalino del ojo que produce una
disminución de la visión. Las cataratas suelen desarrollarse lentamente y pueden afectar a uno o ambos ojos. Los síntomas pueden incluir colores difuminados, visión borrosa o doble, halos alrededor de la luz, problemas con las luces brillantes y para ver de noche. Esto puede provocar dificultades para conducir, leer o reconocer caras. Las cataratas son la causa de la mitad de los casos de ceguera y de un 33 % de las deficiencias visuales en el mundo.
El síndrome del ojo seco es una afección común que se produce cuando las lágrimas no son capaces de lubricar adecuadamente los ojos. Las lágrimas pueden ser inadecuadas e inestables por diversas razones. Por ejemplo, los ojos secos pueden producirse por una cantidad insuficiente de lágrimas o por lágrimas de baja calidad. Esta inestabilidad de las lágrimas genera inflamación y daños en la superficie ocular. La sequedad ocular causa molestias. Si tiene los ojos secos, quizás sienta escozor o ardor. Los tratamientos para la sequedad ocular pueden aportar alivio. Estos tratamientos pueden incluir cambios en el estilo de vida y gotas oculares.
El queratocono consiste en el empinamiento y el adelgazamiento de la córnea, que es la parte transparente anterior del ojo. La córnea ayuda a enfocar la luz en la retina para formar una imagen perfecta. El queratocono es un trastorno multifactorial que afecta a 1 de cada 2000 personas. Se han identificado algunas causas, como la predisposición genética, los factores hormonales y ambientales, el frotamiento ocular y el estrés mecánico. El queratocono provoca una mayor sensibilidad a la luz. Produce visión borrosa, miopía, halos y efecto fantasma cerca de una fuente de luz. Entre los síntomas más comunes del queratocono se incluyen el adelgazamiento y el abombamiento progresivo de la córnea en forma de cono y el deterioro de la visión.
Los cambios en el estilo de vida probablemente provocarán un aumento del número de personas con afecciones oculares. Por ejemplo, la reducción del tiempo al aire libre, el aumento del trabajo con visión cercana y las mayores tasas de urbanización, entre otros factores, pueden contribuir a un aumento sustancial del número de personas con miopía a nivel mundial.