Case Studies

OCT-A, inventada por Optovue, celebra una década de innovación

Escrito por Spanish translation OCTA | 13-jun-2024 10:50:58

La Tomografía de Coherencia Óptica (OCT) es una técnica de imagen no invasiva, desarrollada en 1991, que se ha utilizado desde entonces para visualizar las diferentes capas de la retina que no se pueden ver con una prueba de exploración de fondo de ojo tradicional. Veintitrés años después, la OCT-A, diseñada por el equipo del profesor David Huang para Optovue en 2014, surgió como una extensión de la OCT mediante la integración de un algoritmo denominado SSADA (Split Spectrum Amplitude Decorrelation Angiography). XR Avanti de Optovue permitió así realizar los primeros exámenes OCT-A. En 10 años, se han instalado en todo el mundo cerca de 2.500 dispositivos equipados con la tecnología OCT-A de Optovue. Este aniversario es también una oportunidad para rendir homenaje al Profesor Bruno Lumbroso, recientemente fallecido. Como uno de los pilares fundadores de la imagen macular moderna, ha contribuido enormemente a la comprensión y democratización de la OCT-A.

David Huang, M.D., Ph.D., (derecha) demostrando la tecnología OCT-A que él co-inventó, en la Oregon Health & Science University de Portland, Oregón. (cortesía del Sr. David Huang, M.D., Ph.D.)

A diferencia de la OCT, que se centra en la estructura tisular de la retina, la OCT-A permite visualizar los vasos arteriales, venosos y capilares en alta resolución y en tres dimensiones. Gracias a la OCT-A, los clínicos pueden detectar precozmente las anomalías vasculares más finas y controlar su evolución de forma periódica.

Esta tecnología ha revolucionado el diagnóstico y la gestión de numerosas patologías como la retinopatía diabética, la DMAE, las oclusiones capilares y el glaucoma. Hasta ahora, la angiografía con fluoresceína o verde de indocianina era el método de referencia para visualizar la vascularidad retiniana y coroidea. Por el contrario, la OCT-A puede realizarse sin producto de contraste, eliminando así la vía intravenosa, las limitaciones de un protocolo largo y riguroso, así como los efectos adversos, el riesgo alérgico o incluso anafiláctico ligado a los productos de contraste. que, aunque poco frecuentes, son reales.

"Es una revolución. El examen tiene una duración de  segundos. La OCT-A ha cambiado los paradigmas, ya sea para el diagnóstico o para el seguimiento de los pacientes", confirma la doctora Alexandra Miere, MCU-PH del CHI Créteil.

Una tecnología con 10 años de evolución

Durante la última década, la OCT-A de Optovue ha experimentado mejoras significativas. Ya sea en términos de compensación del movimiento ocular, resolución de imagen, reducciones de artefactos, velocidad de adquisición, tamaño de la ventana de adquisición, aumentado de 3x3 y 12x12 en el último modelo Optovue Solix. De este modo, se ha mejorado la calidad de la imagen. También se han añadido nuevos biomarcadores, como la densidad vascular parafoveal o peripapilar.

Análisis cuantitativos proporcionados por la OCT que permiten evaluar la respuesta terapéutica e influir en el tratamiento (cortesía del Sr. Adil El Maftouhi, Ginebra).

Progreso clínico indiscutible

La OCT-A permite ahora una mayor precisión en el análisis semiológico, la visualización de la arquitectura neovascular, el diagnóstico y, en última instancia, una mayor capacidad de respuesta en la administración de tratamientos y una mejor evaluación de su eficacia.

“Con la OCT-A, podemos detectar la presencia de nuevos vasos incluso antes de que aparezcan los primeros signos de exudación. Por otro lado, el pronóstico visual y funcional será mejor si los tratamientos se realizan en fases tempranas", explica el Sr. Adil El Maftouhi, Ortoptista especializado en imagen ocular en Ginebra.

El hospital Lariboisière fue uno de los primeros centros equipados con OCT-A. El doctor Ali Erginay  cambiado su práctica.

"La OCT-A supuso una gran revolución. Con la angiografía, se observaban los vasos en 2D. Con la OCT-A, se visualizan los vasos capa por capa, en 3D. Se ha convertido en una técnica indispensable que ha cambiado ciertas pautas, ciertos planes de tratamiento y frecuencias de seguimiento. Gracias a este sistema, la clasificación de la DMAE ha cambiado. La OCT-A se ha convertido en un examen de referencia en numerosos campos. Hoy en día, es objeto de un gran debate. ¿Sustituirá con el tiempo a la angiografía convencional y a la ICG? De hecho, para determinadas patologías, ya es así", señala.

Visualización 3D OCT-A en un caso de enfermedad de Best para identificar mejor la morfología de los nuevos vasos (cortesía del Sr. Adil El Maftouhi, Ginebra).

Investigación dinámica y perspectivas prometedoras

La OCT-A, al permitir recopilar una cantidad significativa de información sobre diferentes biomarcadores, y de forma frecuente, fue rápidamente adoptada por los investigadores. El número de artículos científicos dedicados a las patologías vasculares, a raíz de estudios realizados con OCT-A, ha aumentado espectacularmente en los últimos 10 años. Existen varios miles de ellos en todo el mundo.

La OCT-A se ha convertido así en una valiosa herramienta en el abordaje de las enfermedades retinianas. Especialmente desde que se han introducido mejoras en el software para facilitar la interpretación de las imágenes y automatizar el análisis cuantitativo de los datos. En este sentido, la inteligencia artificial, combinada con la OCT-A, debería desempeñar un papel central en los próximos años para facilitar la detección precoz de patologías como la neovascularización coroidea.

"La tecnología OCT-A sigue sorprendiéndonos", asegura el doctor Ali Erginay.